Odontología veterinaria en Chamberí

Realizamos limpiezas de boca SIN necesidad de anestesia general, utilizando únicamente sedación y diferentes grados de anestesia local esta técnica nos permite incluso realizar extracciones. En aproximadamente DOS HORAS, su perro o gato deja nuestro centro con la boca completamente saneada, alerta y andando perfectamente.
Es muy importante mantener la boca saneada para evitar la aparición de sarro y placa bacteriana, responsable del mal olor; pero además debemos recordar que estas bacterias producen importantes infecciones y muchas toxinas capaces de originar patologías digestivas, dermatológicas y articulares, e incluso problemas de corazón.
Limpiezas de boca SIN anestesia general.
Curetajes.
Tratamiento de la retracción gingival y piorrea.
Enfermedad periodontal.
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Las enfermedades periodontales representan uno de los problemas clínicos más habituales en perros y gatos y, sin embargo, muchas veces pasan desapercibidos. La inflamación producida por el acúmulo de sarro que irrita la encía progresa hasta llegar a producir infecciones que pueden llegar a afectar a la raíz del diente, teniendo como consecuencia la pérdida del mismo.
Realizamos las limpiezas de boca utilizando aparatos de ultrasonido mediante sedación SIN anestesia general. Esta técnica es de gran utilidad en animales geriátricos o debilitados por enfermedades crónicas, evitando así los riesgos derivados de las anestesias generales.
Después de levantar la placa de sarro, se realiza un pulido con un cepillo de alta velocidad que devuelve el brillo a las piezas y una pasta que protege y refuerza el esmalte.
Esta patología tiene un fuerte componente genético y depende de la raza, del pH de la saliva, etc. En nuestro centro estamos especializados en raza miniatura y éste es uno de los procedimientos que realizamos de manera rutinaria ya que se ha comprobado que las razas pequeñas y miniatura tienen mayor predisposición a acumular placa bacteriana y acaban perdiendo muchas piezas a edades tempranas.
¿Qué es el sarro y cómo se produce?
Su origen es bacteriano. Al principio, se acumulan restos de comida y bacterias que producen una sustancia blanquecina denominada placa. La placa se acumula, provocando gingivitis (inflamación del tejido gingival), y acaba calcificando como consecuencia de varios factores (pH de la saliva, presencia de bacterias, minerales presentes en la boca, etc.) Esta calcificación se denomina sarro y se trata de un cálculo de color marrón o amarillo muy duro que se adhiere al diente empeorando la gingivitis. En este momento ya hablamos de periodontitis (inflamación y destrucción de tejidos periodontales).
Esta destrucción de tejidos se produce, entre otras cosas, por la respuesta inflamatoria e inmunológica del paciente a la formación de sarro y produce halitosis, sangrado y retracción gingival, e incluso la aparición de bolsas y flemones que pueden llegar a dañar la raíz dentaria favoreciendo la aparición de movilidad ósea y provocando finalmente la pérdida de la pieza. El sarro tiene una superficie rugosa y porosa que facilita la acumulación de bacterias y restos de comida, favoreciendo la producción de más placa que se mineraliza convirtiéndose en sarro. La única forma de levantar el sarro es mediante un aparato de ultrasonido que rompe los cálculos.
¿Qué consecuencias tiene la aparición de sarro?
La consecuencia principal del acúmulo de sarro es la enfermedad periodontal, que incluye gingivitis y posteriormente periodontitis. El desarrollo de la periodontitis produce bolsas periodontales y retracción gingival, lo cual lleva a la pérdida de fijación del ligamento periodontal y a la aparición de movilidad ósea que en muchas ocasiones acaba con la pérdida del diente.
Son muchos los síntomas asociados a la enfermedad periodontal, algunos más evidentes para el propietario que otros.
Dentro de los síntomas más fácilmente detectables por los dueños están la halitosis, la inflamación y el sangrado gingival, molestia al comer (pueden quejarse repentinamente mientras comen y algunos incluso pueden llegar a dejar de comer); aumento de la salivación y molestia en la boca (suelen darse con la pata delantera como si quisieran quitarse algo del hocico), además de observar la presencia de sarro en los dientes al levantar el belfo del animal.